La confianza del consumidor estadounidense mejoró en febrero, superando todas las previsiones y rompiendo una racha negativa de tres meses, después de que el Gobierno estadounidense pusiera fin al cierre más largo de la historia del país y de que la guerra comercial se acercara a una resolución.
El índice de confianza subió de 121,7 a 131,4, según informó el martes el Conference Board, con sede en Nueva York. En comparación con una encuesta de Bloomberg realizada entre economistas, que preveía una subida hasta 124,9 puntos. La medida que mide las opiniones de los estadounidenses sobre las condiciones actuales subió a un máximo de 18 años, mientras que las expectativas de los consumidores registraron el mayor aumento mensual desde 2011.